Celebrar la fiesta de nuestra Madre es el momento oportuno para hacer realidad y profundizar la renovación que hoy nos inspira Jesús, nos propone nuestro obispo y nos invita a vivir nuestro pueblo.
En nuestro colegio, los niños ofrecieron a la Virgen sus "corazones".
Los mismos están llenos de amor hacia el prójimo y pedidos especiales de nuestros alumnos que, en un clima de alegría y en una pequeña celebración, fueron bendecidos por el Padre Pablo Juan.
Hoy serán parte del decorado preparado para homenajear a nuestra Madre, que llegará en procesión a nuestra parroquia acompañada como siempre por la fidelidad de su pueblo.
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