Seguidores

INSTITUCIONAL

domingo, 5 de diciembre de 2010

La importancia de llamarse Netbuk

La señorita Silvia estaba realmente orgullosa.Ni en sus más utópicos sueños de adolescente se imaginaba algo así.Y a la vez estaba muy sorprendida. Ni en sus más atípicas fantasías de maestra se le ocurrió algo así. Sus manuales nada decían de todo esto. De pronto sus alumnos, todos ellos, recibirían cada uno una computadora de regalo para usar en la escuela. Eso es, sin duda, un gran avance. Y a la vez, un enorme desafío. ¿cómo enseñarles a los chicos que las compus son una herramienta formidable, pero no dejan de ser una herramienta, que conectarse a internet implica estar en contacto con enorme cantidad de información y conocimiento, pero que luego había que saber seleccionarlo, usarlo adecuadamente? Se acordaba de su propia infancia, cuando sus maestras le enseñaban a usar el compás, las escuadra, la calculadora…
Cada herramienta, un mundo nuevo. Y la compu, la herramienta de las herramientas…
¿qué actitud procedimental, qué procedimiento conceptual, qué concepto actitudinal era el adecuado?
Bueno, ella tenía que explicarles a los chicos que dentro de muy poco tiempo,
llegarían las computadoras. Y ahí va, con todo el coraje que significa ser maestra
en estos tiempos tan complicados (a diferencia de antes, que eran otros tiempos, aunque también fueran complicados).
Y entró en el aula. Y ahí estaban los chicos.
–¡Buenos días, chicos!
–¡Buenos días, señorita Silvia! –dijo el
coro de niños argentinos.
–¿A que no saben lo que les van a entregar
dentro de unos días?
–¡Una computadora a cada uno! –dijo
el coro de niños argentinos, con el mismo
tono con el que había dicho, segundos
antes: “Buenos días, señorita”.
La señorita Silvia no dejó de sorprenderse…
en realidad, nunca dejaba de
sorprenderse, pero esta vez hasta se
sorprendió de su propia sorpresa.
–¿Y ustedes cómo lo saben?
–¡Porque lo vimos en internet, señorita
Silvia! –respondió unánime, el coro,
con el mismo tono que… bueno, ya saben.
Y allí se dejó oír una voz solista:
–La verdad, seño, yo no lo vi en internet,
lo vi por la tele, pero no quise desta carme
por sobre mis compañeros
porque usted me dijo que hay que ser
solidaria, y no solitaria –esta fue la dulce
Julieta.
–¡No te hagas la romboide que yo lo vi
por internet, y también por la tele! –saltó
Joaquín!
–Y yo lo vi por la tele, por internet, y
además lo escuché por la radio! –Ariel
no se iba a quedar atrás.
–Y yo lo vi por la tele, por internet, lo
escuché por la radio y además me lo
dijo mi papá –dijo Sebastián.
–Y yo lo vi por la tele, por internet, lo
escuché por la radio, me lo dijo mi papá,
y mi hermano dijo que el maestro
de él también se lo había dicho –dijo
Sebastián.
–Y yo… yo… yo…
–¿Vos qué, Lucas?
–Nada, seño, que yo me pongo contento,
porque en mi casa mi mamá no me
deja jugar con la compu, y ¿ahora voy a
poder jugar en la escuela?
–¡Lucas, a la escuela se viene a estudiar,
no a jugar! –este fue Luisito.
–¿Vos pensás eso, Luisito? –preguntó
Javi.
–No, en casa la que piensa es mi hermana
Enriqueta, ¡mi mamá trabaja todo
el día mientras los demás se dedican
a ensuciar todo!
–¡Y eso?
–No sé, mi mamá lo dice todo el tiempo,
así que debe ser verdad.
–No –dijo Joaquín –para que algo sea
verdad, no alcanza con que lo diga tu
mamá, también lo tienen que decir por
la tele y por internet!
–¡Y también lo tiene que decir la señorita!
–dijo Santi.
La señorita Silvia seguía orgullosa, se dio cuenta de que se abrían temas nuevos.
Y que el debate recién estaba comenzando.

por Rudy REVISTA EL MONITOR DE LA EDUCACIÓN

No hay comentarios:

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin