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INSTITUCIONAL

jueves, 25 de marzo de 2010

«Yo ya no sé que hacer con él»

Muy a menudo en la escuela de hoy se suele escuchar frases como «Yo ya no sé que hacer con él», refiriéndose al comportamiento o actitudes que manifiestan algunos niños en su casa. Personalmente me corre un escalofrío al escucharlo y un pensamiento se instala en mi mente. Sería algo como..."estamos en el horno". Obviamente no es la mejor respuesta que un padre en problemas desearía escuchar de quien considera va a tratar de ayudarlo a salir de esa situación. Por este motivo uno responde tímidamente, ustedes papás deberían ser los primero en saber que hacer...
Muchas veces esta problemática se presenta a edades muy tempranas. El ambiente de permisividad que se apodera de los padres a la hora de tratar a los hijos no es bueno en muchas ocasiones. Los padres somos los primeros que tenemos que aprender a decir 'no' a nuestros hijos. No es tarea simple pero tampoco imposible. Es verdad que los niños de hoy no son los mismos que, digamos... 10 años atrás? Parece poco tiempo pero es así. Los cambios sociales y tecnológicos han sido vertiginosos en los últimos años, sumados a la pérdida de valores tradicionales como el esfuerzo y el respeto complican las relaciones entre padres e hijos.
Igual soy una convecida de que no hay que abandonar ni darse por vencido en esta batalla. El «Yo ya no sé que hacer con él» suena a que todo está perdido y no es así. Siempre habrá algo que podamos hacer para reforzar los vínculos y de a poco recuperar estos espacios "perdidos". Este sentimiento en el niño, el sentirse importante y tenido en cuenta, es la base de una buena autoestima y de la seguridad en sí mismo, con las que funcionará el resto de su vida.
En cuanto a la relación padres- escuela, una actitud comprometida de los padres es decisiva para sus hijos. Asistir a reuniones y entrevistas con los docentes y los profesionales de apoyo de los establecimientos educacionales, son actividades de la mayor relevancia. Tienen que ser una prioridad en la agenda de padres y madres durante todo el año escolar.

4 comentarios:

Luis dijo...

Es cierto, cuando un padre me dice "yo ya no sé qué hacer con él" pinso "Y si no sabe usted...."
Lamentablemente el padre que dice esto no se da cuenta que fracasó en su función. ¿Cómo se va a reconocer tan fácilmente que no se pudo cambiar, que se fracasó en todo, que no pudo hacer las cosas distintas?
Realmente lo oigo a diario pero no logro entenderlo

Adriana dijo...

Muy buena nota.Lamentablemente se escucha demaciado seguido éste tipo de frase.Como mamá pienso que está en nosotros papás hacer todo lo necesario para que nuestros hijos tengan un comportamiento adecuado en cuanto a respeto y disciplina el ámbito escolar hacia su maestra,compañeros y comunidad educativa.No dejar librada nuestra responsabilidad a los docentes,quienes en sólo las horas de escuela no pueden hacer lo que nosotros debemos hacer a diario...

Bocha... el sociólogo dijo...

Pese a las distancias los problemas son iguales, las preguntas son las mismas y lo que debería hacer el padre también lo sabemos... Estamos en la era de la permisividad, donde si digo un NO se interpreta directamente como un "vos a mi no me querés" o "te juro que me voy de casa"... pero a pesar de todo esto sigo insistiendo a los padres que un NO también educa y debe ser estimulante y crear espacio para otras cosas que SI pueda hacer el niño o adolescente.

Si el no cae en la negación a toda posibilidad de hacer algo termina desdibujando la imagen paterna o materna con su cuota de autoridad y se cae en el autoritarismo.

Siempre debe estar en negociación lo que se puede o no se puede hacer, pero nunca los roles, funciones y obligaciones de cada actor social. Negociemos salidas, tiempo de estudio, computadora, celular, etc y compartamos programas donde hay una clara influencia en las actitudes adolescentes como por ejemplo "Casi Ángeles" y peor aún "Bailando por un sueño"; pero nunca debe negociarse quién es el padre y la madre y quién es el hijo, quién maneja el control remoto a la hora de la cena y nunca perder el sentido crítico ante el bombardeo de tanta información multimedia que llega a sus cabezas.

Nadie nace sabiendo ser padre o madre, por lo tanto el fracaso no está garantizado para nadie. Nacemos con el rol de hijos que también debemos aprender a ejercer y que "generalmente" luego como padres tendemos a repetir el modelo en que nos han formado. Los primeros maestros y socializadores son los padres que al decir "yo ya no sé qué hacer con él" no es más ni menos que un grito de ayuda y es ahí donde padres y maestros debemos trabajar en conjunto en las estrategias a seguir en horas de clase como cuando el niño o adolescente está en la casa... si escuchan un mismo discurso verán con mayor claridad por donde va la cosa.

Saludos rituales, Bocha.

Cecilia S. Aguirre dijo...

excelente comentario Bocha, gracias por participar...

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