Entrevistamos a Eduardo Cuevas, en el espacio de la Fundación Argentina María Montessori, que tiene su sede en el Parque Austral, Científico, Tecnológico y Empresarial. En esta semana, profesionales internacionales estuvieron evaluando al segundo grupo de guías Montessori de 3 a 6 años con certificación internacional, y nos brindaron un espacio para conversar con ellos.
Se lo ve amable, tranquilo, seguro. Se lo ve permeable y abierto. Y mucho tiene que ver el mundo Montessori en el que está inmerso, y por su intermedio su vida y la del resto de las personas que lo conocen.
¿Cómo llega al método Montessori y qué pasa en ese momento en su vida?
Originalmente yo estaba estudiando Medicina, en España, un campo totalmente diferente. Jamás había pensado en ser educador, pero me iba dando cuenta de que la medicina no me llenaba y por eso tomé un curso sobre educación primaria.
Ahí me doy cuenta de que esto me fascina, que es mi vocación..., pero no sabía nada de las ideas de Montessori. Pero luego hablé con una persona que también había encontrado en la educación una vocación, y me invita a México a un un curso que daría sobre el método en cuestión. Sinceramente no sabía de qué se trataba ni mucho menos, pero todo me llevó a tomarlo... y la misma ciencia que me llevó a la medicina, la volví a encontrar en el método Montessori. Porque el acercamiento pedagógico es científico y eso es lo que me ha mantenido en esta corriente.
¿Podría explicar brevemente la idea "el niño es el padre del hombre"?
Eso relamente no lo dijo María Montessori por primera vez, pero ella lo utilizó y no es de extrañar que lo haya utilizado, porque de hecho, todo adulto es producto de un niño, del niño que fuimos. En ese sentido, se pueden revertir los papeles, es decir el niño fue el padre, del hombre que soy hoy.
¿Cómo definiría el desafío de educar a los hijos?
Justamente hemos dado un taller de padres hace muy poco. El desafío está en que nosotros nos preparamos para todo menos para criar hijos. Cuando los tenemos estamos muy contentos, pero no sabemos qué hacer en realidad con ellos, en el sentido de conocer el desarrollo humano. Yo entiendo personalmente que la humanidad habrá avanzado muchísimo cuando antes de tener hijos se nos obligue a conocer el desarrollo humano para poder ofrecerle al niño lo que realmente necesita para su desarrollo.
Ahora vamos atinando en la educación de los niños a ver si hay cosas que funcionan o no. Uno se esfuerza mucho con el primer hijo, el segundo se beneficia de los errores cometidos con el primero, y al tercero... se lo deja hacer lo que quiera. Esto, en realidad, es una triste verdad, pero uno va aprendiendo en el camino.
¿Qué distingue al método Montessori de los empleados en la educación tradicional?
En realidad no lo llamo método sino acercamiento Montessori, porque es más que un método o una metodología, es un acercamiento. La diferencia más grande con el modelo tradicional de educación es que el individuo se va a enseñar a sí mismo, el énfasis no está tanto en el enseñar como en el aprender.
Y el proceso de aprendizaje es un proceso personal, no es un proceso que alguien pueda darme. Yo aprendo como parte de un proceso integral. La educación tradicional, por lo general, ve al estudiante en un rol pasivo, como un ente..."Yo soy el que conozco", dice el maestro; "Tú no sabes, tú pasivamente recibes lo que te voy a dar..." Es decir, el maestro es el sujeto activo, en este caso. En Montessori se cambian los papeles...el niño es el activo y el educador es el que toma el papel secundario, es guía, muestra al niño cómo hacer una cosa, cómo manejar tal material, y una vez que se hizo tal presentación, se lo deja al niño solo: "Ahora tú averigua, explora, descubre...". Ese proceso se llama autoaprendizaje, el niño se basa en sí mismo para aprender.
Esto es una condición de la independencia, que va de la mano de la interdependencia y que le da al niño un sentido de valía, de “Yo soy”. Es muy importante porque cuando hablamos de independencia, significa que formamos individuos autónomos que pueden interrelacionarse, y a su vez tener una relación social de interdependencia, porque el que es dependiente, nunca podrá aportar nada a la sociedad.
¿Cuáles serían las "cinco palabras" para definir la experiencia Montessori?
Una sería la ciencia, otras la espiritualidad, el carácter -el desarrollo del carácter del niño-, la independencia para la interdependencia y el desarrollo óptimo del individuo... son cinco palabras, pero están unidas.
¿Cuáles son los efectos sociales del acercamiento Montessori?
Muchos que no saben o no conocen el acercamiento y opinan, al ver a los niños jugando solos, que no hay intercambio social, desarrollo social, cuando en realidad es todo lo contrario... De la forma en que preparamos el ambiente y creamos la minisociedad, es primeramente teniendo niños de edades mixtas, de 3 a 6 años. Si por lo general trabajan de manera individual es porque el niño se está construyendo individualmente a sí mismo y por ello debe hacerlo a su ritmo, a su interés..., pero claro que hay trabajos grupales. Sin embargo, constantemente están interactuando entre sí y no limitamos cómo hablar o mirar a los otros o entablar vínculos. Esa interacción es la que creemos le da desarrollo social.
¿Cuáles son las críticas más frecuentes que reciben?
Una de las críticas justamente es que no hay desarrollo social en Montessori, y otra es que se trata de una corriente sumamente académica, cuando en realidad es el mismo niño el que nos marca la pauta. María Montessori estaba tan sorprendida cuando lo niños de la edad de 3 a 6 años tendieron a las matemáticas, porque el preconcepto es que ellos no podrían hacerlo, que se focalizó en su estudio. Y nos ha ocurrido, estando en el ambiente de preescolar, es decir, trabajando con niños de 3 a 6 años, que ellos mismos se hayan pasado al salón contiguo, donde estaban los niños de 6 a 9 años: estaban atraídos por el material didáctico de los chicos más grandes, y ellos solos fueron a buscarlo. Es decir, en el acercamiento Montessori, los niños avanzan libremente por un lado, pero con una causa, un propósito.
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